- Establece un horario fijo: por ejemplo, aplicar las ampollas por la noche después de la ducha.
- Coloca los productos a la vista: te será más fácil no olvidarlos si forman parte de tu rutina visual diaria.
- Registra los avances: una foto semanal puede ayudarte a visualizar los resultados y motivarte.
- Apuesta por packs completos: combinan tratamiento y mantenimiento, y son más fáciles de integrar en el día a día.
- No abandones antes de tiempo: Muchos tratamientos capilares comienzan a mostrar mejoras notables entre la tercera y sexta semana de uso constante. Si abandonas antes, corres el riesgo de no dejar que el producto actúe completamente y de perder el progreso alcanzado.